Proteína

La proteína es importante para tener huesos y músculos fuertes. Aporta al organismo una fuente de aminoácidos esenciales que son necesarios para la salud.

Es especialmente importante para los jóvenes consumir suficientes alimentos ricos en proteína para que sus huesos se desarrollen y crezcan de forma óptima.

Para los atletas y quienes hacen ejercicio varias veces a la semana, una mayor ingesta de proteína ayuda a los músculos a repararse y crecer.

En las personas mayores, la proteína desempeña un papel importante en la preservación de los huesos y los músculos. La falta de proteínas debilita los músculos, lo que aumenta el riesgo de caídas y contribuye a una recuperación deficiente en pacientes que han tenido una fractura.

¿QUÉ ALIMENTOS CONTIENEN PROTEÍNA?

La carne roja magra, las aves y el pescado, así como los huevos y los productos lácteos, son excelentes fuentes de proteína animal. Las fuentes vegetales de proteína son las legumbres (lentejas, alubias), los productos de soja (tofu), los cereales, los frutos secos y las semillas.

Las personas mayores de 65 años deben consumir de 1.0 a 1.2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal (o de 0.45 a 0.55 gramos por libra). Esto supone más proteínas de las que necesitan los adultos menores de 65 años. La escasa ingesta de proteína a menudo está relacionada con la malnutrición y el bajo peso corporal.

El índice de masa corporal (IMC) ideal debe situarse entre 20 y 25 kg/m2. Un IMC inferior a 19 kg/m2 es un factor de riesgo de osteoporosis.

Utiliza nuestra calculadora de peso corporal saludable para saber si estás en riesgo.

DESMITIFICANDO LA AFIRMACIÓN DE LA CARGA ÁCIDA

Muchas personas han leído afirmaciones según las cuales un consumo elevado de proteína, incluida la leche, puede provocar un aumento de la pérdida de calcio a través de los riñones y, por lo tanto, es perjudicial para la salud ósea. Esta afirmación ha sido refutada en numerosos estudios.

¿CUÁLES SON LAS MEJORES FUENTES DE PROTEÍNA PARA LA SALUD ÓSEA?

Las fuentes de proteína, tanto de origen vegetal como animal, contribuyen a fortalecer los huesos y los músculos. La leche y los productos lácteos, como parte de una dieta equilibrada, son excelentes fuentes de calcio, proteína y otros nutrientes.